Procesos de acabado textil: Mejora de la calidad y el rendimiento de los tejidos

Oct 30, 2024 Visto 690

El acabado textil incluye todos los procesos mecánicos y químicos aplicados para mejorar la utilidad de los tejidos, excepto los relacionados directamente con la coloración. El objetivo del acabado es hacer el tejido más atractivo, funcional y listo para su uso final. Los procesos pueden ir desde tratamientos preparatorios como el blanqueo antes del teñido hasta tratamientos que mejoran el aspecto (como el glaseado), ajustan la textura (como el apresto) o mejoran el rendimiento (como el preencogido). El tejido recién producido, a menudo llamado "mercancía gris" o "crudo", suele estar sucio, áspero y poco atractivo, por lo que requiere un acabado importante para transformarlo en un producto deseable.

Métodos básicos de acabado textil

Históricamente, el acabado textil implicaba procesos sencillos y manuales perfeccionados por artesanos, especialmente en Inglaterra y Escocia. El acabado textil moderno ha evolucionado mucho gracias a la investigación y la innovación tecnológica. Exploremos algunos de los métodos clave.

Tratamientos preparatorios

Antes de cualquier proceso de acabado importante, son esenciales ciertos tratamientos preparatorios para eliminar impurezas y residuos de fabricación, haciendo que el tejido sea apto para su posterior mejora. Estos tratamientos preparatorios incluyen:

  • Burling y Mending:Tras la inspección inicial, se corrigen a mano defectos como rebabas, hilos sueltos, agujeros y desgarros. Este proceso garantiza que el tejido esté libre de defectos antes de pasar a otras fases de acabado.
  • Fregado:Este paso limpia la mercancía gris, eliminando la suciedad, los aceites y otros residuos de la producción de fibras. Garantiza que el tejido esté limpio y listo para los procesos posteriores.
  • Blanqueamiento:El blanqueo elimina los colores naturales (como el tono tostado del lino) para conseguir una base blanca uniforme o preparar el tejido para el teñido. Dependiendo de la composición de la fibra, el blanqueo se realiza mediante oxidación (con oxígeno) o reducción (con hidrogenación). Por ejemplo, el algodón suele blanquearse con peróxido de hidrógeno alcalino, mientras que la lana requiere oxidantes ácidos o ligeramente alcalinos.

Procesos de acabado mecánico y químico

Una vez completados los tratamientos preparatorios, los tejidos se someten a diversos procesos mecánicos y químicos para mejorar su aspecto, textura y funcionalidad.

Mejorar la apariencia

  • Mercerización:Aplicado al algodón y a algunas mezclas de algodón, este proceso aumenta el brillo, la resistencia y la afinidad de los tintes sumergiendo el tejido en una solución de sosa cáustica y neutralizándola después con ácido. La mercerización provoca un hinchamiento permanente de la fibra, haciéndola más atractiva y vibrante.
  • Dormir la siesta y esquilar:El napado crea una superficie aterciopelada en tejidos como la lana, el algodón y las rayas hiladas, añadiendo calidez y una textura suave. El tundido recorta esta superficie elevada a una altura uniforme, refinando la textura y creando patrones o diseños específicos.
  • Cepillado:Este proceso utiliza rodillos de cerdas para eliminar los hilos sueltos y mejorar la suavidad de la superficie. También se levanta una siesta, proporcionando un tacto más suave, especialmente en tejidos de punto y telas tejidas.
  • Chamuscado:También conocido como gaseado, este proceso consiste en quemar las fibras sueltas para crear una superficie lisa y uniforme. Es un paso crucial para hilos y tejidos, ya que reduce la borrosidad y mejora el aspecto final.
  • Calandrado:Proceso final que consiste en pasar el tejido entre rodillos calientes para crear una superficie lisa y brillante. Variantes como el moaré, el gofrado y el glaseado añaden efectos decorativos, como motivos ondulados, diseños en relieve o superficies brillantes.

Mejorar las cualidades táctiles

  • Talla:Este proceso consiste en aplicar compuestos como almidón, gelatina o arcilla a los tejidos, formando una película alrededor de las fibras para añadir peso, crujiente y brillo. Sin embargo, la mayoría de los aprestos son temporales y pueden desaparecer con los lavados.
  • Ablandamiento:Se aplican diversos agentes, como dextrina o glicerina, para suavizar los tejidos. Los tratamientos suavizantes también pueden aumentar la absorbencia del tejido.

Mejorar el rendimiento

  • Control de la contracción:El encogimiento por compresión, el tratamiento con resina y los métodos de termofijación controlan el encogimiento del tejido. El encogimiento por compresión consiste en humedecer y relajar el tejido bajo presión, haciéndolo más suave y duradero. Las resinas y el termofijado ayudan a estabilizar las fibras sintéticas, como el poliéster y el nailon, para minimizar el encogimiento.
  • Prensa duradera:Esta técnica confiere retención de la forma, resistencia a los pliegues y resistencia a las arrugas, lo que permite que los tejidos mantengan su aspecto tras el lavado y el secado. Los métodos de prensado duradero pueden ser procurados (antes de la confección de la prenda) o postizos (después de la confección de la prenda).
  • Impermeabilidad y repelencia al agua:Estos tratamientos cierran los poros de los tejidos para hacerlos impermeables al agua o resistentes a su penetración. La impermeabilización se utiliza para impermeables, mientras que la repelencia al agua permite que el tejido siga siendo transpirable a la vez que evacua el agua.
  • Resistencia a la llama:Los tejidos pueden tratarse con acabados ignífugos o resistentes al fuego, que les permiten soportar la exposición al calor o las llamas. Estos acabados varían en función del tipo de tejido y del nivel de protección contra incendios deseado.

Conclusión

El acabado textil transforma los tejidos crudos en productos listos para el consumo mejorando su aspecto, textura y rendimiento. Con los avances tecnológicos y las fórmulas químicas, estos procesos siguen evolucionando para satisfacer las diversas necesidades de la industria textil y los consumidores finales. Desde hacer los tejidos más lisos, suaves y coloridos hasta mejorar su durabilidad y propiedades funcionales, el acabado sigue siendo un paso crucial en la fabricación textil.